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5 funciones de DBT

La terapia conductual dialéctica [DBT] se ha desarrollado ampliamente en los últimos años, derivando en DBT para adolescentes, DBT para adicciones, DBT para trastornos alimentarios, DBT-C para niños, por nombrar algunos. A pesar de estar enfocados en distintos trastornos, hay 5 elementos comunes que tiene todo tratamiento DBT. 

  1. Aumentar las capacidades: Los pacientes que reciben tratamiento DBT tienen, como elemento común, dificultades de regulación emocional, que se asocia con la carencia de las habilidades necesarias para autorregularse en diferentes contextos. Es necesario por tanto que desarrollen nuevas habilidades para poder desenvolverse de forma sana en sus relaciones interpersonales, en algunos casos es necesario inclusive apoyarse de farmacoterapia durante el proceso de desarrollar las habilidades necesarias para manejar sus emociones.
  • Mejorar la motivación: La mayoría de los consultantes que reciben DBT están desesperanzados, en muchos casos han recibido otro tipo de tratamiento, en general, sin efecto. Además, en algunos casos tienen patrones pasivos de aproximación a los problemas. Por ello es necesario apoyarlos para mantener la motivación a aprender nuevas conductas, y  desarrollar nuevas habilidades que les permitan establecer relaciones sanas con los otros y consigo mismos.
  • Asegurar la generalización: Las dificultades en la regulación emocional, a menudo interfiere con la capacidad de generalizar las nuevas conductas aprendidas a otros contextos diferentes a los terapéuticos. Es fundamental que el tratamiento impulse a la transferencia de las nuevas conductas aprendidas a la vida cotidiana y a las relaciones con otros, para lograr un verdadero cambio en la vida de los pacientes.
  • Aumentar la motivación y las capacidades del terapeuta: Como en reiteradas ocasiones hemos mencionado en DBT existe un equipo de profesionales que trabaja cohesionadamente, esto es fundamental debido a que el desgaste que genera el tratamiento de pacientes con desregulación emocional es muy alto, y con el objetivo de mantener la motivación y el bienestar de los terapeutas el contar con un equipo de apoyo es esencial.
  • Estructurar el ambiente: Las crisis en DBT son parte del trabajo, y es vital que tanto los pacientes y sus familias tengan plena claridad de que se espera de cada uno y cuál es su rol durante el tratamiento. La estructuración del ambiente de consulta tiene el objetivo de reforzar las habilidades tanto del consultante como del terapeuta.

Cada una de estas funciones se asocia con modos específicos del tratamiento, por ejemplo, el aumento de las capacidades se logra a través de los entrenamientos de habilidades semanales. El aumento de la motivación del paciente se alcanza a través de las terapias individuales realizadas de manera semanal. Por otra parte, la generalización se asegura a través del coaching telefónico, prestando apoyo permanentemente al paciente en cuanto lo requiere, la estructuración del ambiente se logra a través de sesiones familiares y el aumento de la motivación y capacidades del terapeuta se alcanza a través del equipo de consultoría que presta soporte permanentemente a lo largo de todo el tratamiento.

Cada elemento del tratamiento tiene un objetivo específico orientado a lograr la mejoría de los pacientes de la manera más efectiva posible, contribuyendo a que su vida toma sentido y sea una vida que valga la pena vivir, y que su objetivo no sea solo; sobrevivir.