El concepto de Desregulación Emocional es una de las claves para comprender el trastorno límite de personalidad y a la vez piedra angular del modelo comprensivo de la Terapia Condutual Dialectiva (DBT). Marsha Linehan (creadora de este modelo terapéutico) define la desregulación emocional como: “la incapacidad incluso cuando se lo intenta seriamente, para cambiar o regular las claves, las acciones, las respuestas verbales y no verbales emocionales cuando esto es necesario”. En otras palabras, la incapacidad de regularnos a nosotros mismos cuando nos envuelve una emoción intensa, y la incapacidad de controlar la manera en que expresamos esta, tanto de forma verbal (con palabras), como no verbal a través de nuestro lenguaje corporal.
El origen de esta desregulación o incapacidad de controlar nuestras emociones surge producto de la interacción entre factores genéticos y ambientales, revisamos un poco más a fondo esto al hablar de la teoría biosocial. En esencia, genéticamente hay una predisposición a reaccionar de forma más intensa a las situaciones que vivimos debido a lo que podemos llamar “vulnerabilidad emocional”, esto acompañado de un conjunto de experiencia a lo largo de nuestra vida, que no nos han permitido desarrollar respuestas adecuadas a las reacciones emocionales, desencadenan en la desregulación.
Linehan recategorizo los criterios del trastorno límite de personalidad (TLP) del manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) en 5 dimensiones de desregulación:
- Desregulación Emocional: En si misma dice relación con la desregulación provocada por la forma en que expresamos nuestras emociones. Una situación que para el resto puede ser trivial, puede desencadenar en una respuesta mucho más intensa emocional y conductualmente. Por ejemplo, frente a la mala atención de un vendedor podríamos sentirnos molestos y pedir un cambio de vendedor, una reacción mucho más intensa seria pelear a gritos casi a golpes con él, por su mala atención.
- Desregulación Conductual: Se observa en comportamientos que pueden ser potencialmente dañinos para si mismo, como por ejemplo, comportamientos suicidas o de automutilación, los cuales son utilizados como manera de regular emociones extremas.
- Desregulación Cognitiva: El patrón de pensamiento es similar al que tenemos cuando estamos muy enojados, en donde pensamos en términos de blanco y negro, de todo y nada, a cualquier persona le puede pasar, pero la diferencia radica en la capacidad de calmarnos y volver a patrones de pensamiento más flexibles. La incapacidad de regular la emoción, nubla el pensamiento y la desregulación se observa en que este pensamiento dicotómico (blanco y negro) se mantiene de forma persistente.
- Desregulación Interpersonal: Las dificultades para regular nuestras emociones pueden llevarnos a consecuencias importantes en el plano interpersonal, una pelea de pareja puede escalar rápidamente y llevar a problemas más graves en la relación, debido a la predisposición a reaccionar de manera más intensa.
- Desregulación del Self: La alta variación emocional afecta nuestro sentido de identidad y nuestra capacidad de predecir nuestra propia conducta. Cuando nos sentidos afectados por alguna situación, la emoción altera nuestra capacidad de funcionar de manera normal. Una discusión en casa puede afectar radicalmente nuestro día, impidiéndonos realizar las actividades que teníamos planificadas, por ejemplo, impidiéndonos estudiar o trabajar con normalidad. Lo cual provoca que las emociones del momento determinen en gran medida el concepto que tenemos de nosotros mismos, haciendo que este varia constantemente.
DBT busca enseñar a los pacientes a entrar en contacto con sus emociones, a la vez que les enseña a regularlas, entregando herramientas para reconocerlas y ser capaces de manejar nuestro fluir emocional. El objetivo es ayudar a resolver los problemas que se presentan en el camino, para que no tengan consecuencias negativas en su vida a largo plazo